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¿Qué es GLP?

Es el llamado Gas Licuado del Petróleo utilizado como carburante en automoción. Surge de una mezcla de butano y propano que se puede utilizar como combustible alternativo con una menor huella de carbono y mucho menos contaminante que los combustibles convencionales. La más eficiente combinación utilizada por los productores de este combustible es de un 30% de propano y un 70% de butano, aunque para vehículos pesados la mezcla puede ser de un 35/65.

El uso del Autogas permite alcanzar niveles de emisiones contaminantes más reducidos que la gasolina o el diésel, además de ser los combustibles más económicos actualmente en nuestro país.

Se espera que el GLP biológico derivado de diversas fuentes de biomasa se implante como una tecnología viable a medio y largo plazo. Este tipo de combustible puede utilizarse para el transporte por carretera (automóviles y camiones) en todo tipo de distancias. También puede utilizarse en la navegación interior y en el transporte marítimo de corta distancia.

¿Qué es el GLP en un coche?

El GLP o gas licuado de petróleo, es un tipo de transformación sobre la combustión que se realiza sobre vehículos gasolina o diésel para que puedan ahorrar mucho dinero en el caso de que se utilicen de forma intensiva.

En total hay aproximadamente 21 millones de vehículos Bifuel y Dual-Fuel Autogas en el mundo.

Como se recoge en la directiva 2014/94/UE del Parlamento y el Consejo Europeo, el uso del Gas Licuado del Petróleo (GLP) y el Gas Natural Comprimido (GNC) se consideran en la actualidad los principales combustibles alternativos, con potencial para sustituir al petróleo a largo plazo y ofrecer una solución más inmediata y menos costosas, frente a otras energías como la electricidad, el hidrógeno o los biocarburantes.

Actualmente se apuesta en su mayoría por el Gas Licuado del petróleo, debido a un mejor comportamiento, facilidad de implantación e infraestructura y por su menor contenido en gases contaminantes.

La infraestructura de autogas GLP está relativamente bien desarrollada, con un número significativo de estaciones de servicio ya presentes en la Unión Europea (aproximadamente 29 000).

Historia del GLP

Empieza a aplicarse de forma minoritaria a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Sería descubierto en la primera década del mismo pudiendo observar que formaba parte clave de la gasolina, además de ser la responsable de la evaporación de la misma. Más adelante, con el tratamiento más avanzado se consiguieron aislar otros gases como el butano y el propano.

Empezaría a comercializarse en 1912 en Pennsylvania por la compañía “American Gasoline Company”; sin embargo, no sería hasta el año 1934 cuando la primera bombona se vendería en Francia. No obstante, en nuestro país tardaría mucho más en llegar; existen muchos factores que retrasaron su llegada, pero sobre todo se relaciona con los conflictos bélicos de la época, es decir, con la Guerra Civil Española y con la Segunda Guerra Mundial. Y es que en estas épocas de posguerra, en España, había muy pocos recursos; además de comida y otros bienes, tampoco había combustible. Muy pocos vehículos sobrevivieron a estas guerras.

En el año 1957 se crearía la entidad Butano S.A que al final se transformaría en Repsol Butano. No sería hasta el año 1988 cuando se empezarían a realizar las pruebas para comprobar si el GLP era o no viable en el transporte público. De esta manera, varios autobuses Pegaso 6038 fueron transformados por el fabricante. A partir de 1993 ya se impulsaría el autogas GLP a lo largo de nuestro país.

En total hay aproximadamente 21 millones de vehículos Bifuel y Dual-Fuel Autogas en el mundo.

Como se recoge en la directiva 2014/94/UE del Parlamento y el Consejo Europeo, el uso del Gas Licuado del Petróleo (GLP) y el Gas Natural Comprimido (GNC) se consideran en la actualidad los principales combustibles alternativos, con potencial para sustituir al petróleo a largo plazo y ofrecer una solución más inmediata y menos costosas, frente a otras energías como la electricidad, el hidrógeno o los biocarburantes.

Actualmente se apuesta en su mayoría por el Gas Licuado del petróleo, debido a un mejor comportamiento, facilidad de implantación e infraestructura y por su menor contenido en gases contaminantes.

La infraestructura de autogas GLP está relativamente bien desarrollada, con un número significativo de estaciones de servicio ya presentes en la Unión Europea (aproximadamente 29 000).

Ahorro de combustible

Ahorro de combustible y económico:

La conversión a GLP permite un ahorro de entre el 40 y el 45% en combustible, y un descenso en la frecuencia en la que se deben cambiar aceite y filtros. La diferencia se debe al propio precio de los combustibles (gas vs gasolina; gas vs diésel) y a la sustentable mejora en el rendimiento del vehículo con la instalación.

Ventajas en el motor

Mejora las sinergias y vida útil del motor:

La utilización de un combustible “limpio”, capaz de emitir menos impurezas, alarga la vida del motor y otros componentes del vehículo. Menos averías, menor mantenimiento

Ayuda al medio ambiente

Ayuda al medio ambiente:

Los coches GLP emiten menos partículas contaminantes a la atmosfera, por lo que representan un medio de transporte más ecológico. La combustión del gas genera menos elementos nocivos para el medio ambiente, gracias a que las sustancias más perjudiciales que resultan de la combustión de la gasolina, como el benceno o el plomo no aparecen en el GLP o GNC.

Etiqueta ECO

Etiquetas ECO:

La instalación de un kit de GLP permite la obtención de la etiqueta ECO para tu vehículo.

Enlaces de interés sobre autogas:

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